Tras una violenta represión en las calles de Buenos Aires, el Congreso argentino aprobó 128 votos a favor y 116 en contra la “reforma” a la Ley de Jubilaciones, quedando afectados millones de trabajadores pensionados.
El pasado jueves, el gobierno de Mauricio Macri tuvo que dar marcha atrás ante miles de manifestantes en las inmediaciones del Congreso, al intentar aprobar una reforma que el oficialismo, con el apoyo de los 23 gobernadores y sectores del peronismo, trató de imponer sobre los trabajadores argentinos. Pero este lunes, sin importar la cacería que hizo la Gendarmería Nacional con el apoyo de la Policía de la ciudad hacia miles de trabajadores, partidos políticos y organizaciones sociales que se encontraban a las afuera del Congreso, dicha “Reforma” fue aprobada.
Esta reforma trata de cambiar la forma en que se ajustan los haberes jubilatorios, siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del FMI al gobierno de Macri. Al modificar esta fórmula jubilatoria el gobierno planea ahorrarse unos $100.000 millones anuales. Exactamente lo mismo que transferirá a las patronales si se aprueba la rebaja de contribuciones patronales incorporada a la reforma tributaria. Es decir, como siempre los trabajadores terminamos pagando una crisis generada por los sectores dominantes.
El proyecto prevé además que a todos los trabajadores del sector privado se les extiende la "posibilidad" de trabajar hasta los 70 años. Pero esta extensión le costaría casi gratis al empleador, mientras que disminuye categóricamente el costo de la indemnización, es decir, que el trabajador tiene que sacrificar más su vida para que los empresarios puedan aumentar los niveles de acumulación de ganancia.
Mientras se votaban y aprobaban estas disposiciones por los diputados oficialistas con el apoyo del Bloque Justicialista, en las afuera del Congreso miles de trabajadores eran brutalmente reprimidos por las fuerzas del orden. Con lacrimógenas y balas de gomas fue reprimida la multitudinaria marcha, generando un resultado de más de 60 manifestantes detenidos, decenas en hospitales porque fueron afectados por las lacrimógenas y hasta dos trabajadores perdieron el ojo por balas de gomas.
Nuestra organización hermana, el PTS de Argentina participó activamente en las protestas y cuyos parlamentarios se opusieron a esta ley y llamaron a la movilización para enfrentarla, dando muestra una vez más de cómo debe comportarse una organización revolucionaria ante los embates del capital frente a los sectores oprimidos. La Liga de Trabajadores por el Socialismo, manifestamos solidaridad con las y los trabajadores argentinos y exigimos la libertad inmediata, plena y absoluta de todos los que se encuentran detenidos por las jornadas del paso jueves y de este viernes.