Para abordar la obra de Chris Marker hay un desafío particular ¿por dónde empezar? Si la forma rutinaria de “la filmografía” asociada al tiempo lineal de la vida no puede hacer honor al trabajo de ningún cineasta, mucho menos puede ser una herramienta para aproximarse al suyo. No solo porque no se consideraba a sí mismo como tal, ni tampoco “artista” o “documentalista”. Sino porque desde el inicio su labor es un ejercicio de interconexión de imágenes, ideas, experiencias, tiempos y espacios plasmado en (...)
Javier Gabino